Frente a los tiempos que estamos viviendo, con la vigente pandemia causada por el SARS-COV-2, o sólo con el objetivo de mantener espacios libres de patógenos, el como elegir un buen desinfectante es una interrogante que nos aborda mientras nos topamos con el pasillo de limpieza o navegamos por el internet en busca del mejor sanitizante.
Tal vez te dejes inducir por las marcas reconocidas y tomes el primero que te resulte familiar o quizás te acerques a leer el conjunto de palabras extrañas que inundan los productos de limpieza y desinfección, es por ello que nos tomamos el atrevimiento de ayudarte a tomar la importante decisión sobre cuál será tu aliado en la desinfección.
Iniciemos por el hecho de ¿Qué es un desinfectante?, éstos son una serie de químicos que tienen la capacidad de destruir o interferir a nivel celular las membranas, es decir el recubrimiento protector, de los virus y bacterias.
Las fórmulas de estos químicos son regulados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA); Los desinfectantes son aplicados en objetos no vivos con la finalidad de eliminar éstos patógenos, si bien no todos los virus y bacterias son dañinos para nuestra salud, sí es cierto que existen varios que representan un grave peligro.
Los químicos que se utilizan para desinfectar se eligen en función del nivel del PH de la capa protectora de los patógenos, esto se debe a que algunos desinfectantes tienen un mayor rango de efectividad en PH ácidos o alcalinos.
La desinfección se mide en razón de la superficie a tratar y para ello existe una clasificación llamada Spaulding, la cual segmenta los objetos y superficie acorde al nivel potencial que tienen de propagar patógenos debido al contacto que pudieron haber tenido con éstos, así la desinfección puede ser:
La variedad de desinfectantes que podemos encontrar hoy en día es muy amplia, sin embargo, existen unos cuantos que encabezan la lista como los más utilizados con base a su efectividad y funcionalidad:
Los más útiles en el sector institucional y hospitalario debido a su bajo costo y a su capacidad para poder eliminar una amplia gama de patógenos.
Posee un rango de efectividad amplia contra bacterias, sin embargo, el componente se evapora rápido por lo que es probable se necesite una mayor concentración de éste en el área, es inflamable y puede no surtir efecto cuando se aplica en una superficie con sangre.
Eficaces contra bacterias que causan tuberculosis, aunque se ha encontrado que algunas bacterias se han vuelto resistentes a estos, además de que se requieren grandes concentraciones para tener efectividad, así como también se les vincula como causantes de asma y otros problemas de salud.
Excelente contra hongos, virus y bacterias, pero a su vez resulta ser corrosivo y tóxico.
Muy buenos con el medioambiente debido a que se desintegran en compuestos de oxigeno e hidrógeno, excelentes limpiadores pese a ser ácidos, aunque a altas temperaturas resultan peligrosos e inestables.
Ahora, existen aspectos fundamentales a la hora de elegir un buen desinfectante y esto son: eficacia, tiempo de acción, seguridad, practicidad, soporte y presentación.
Eficacia, no todos los desinfectantes son efectivos contra todo tipo de virus y bacterias ya que en razón del patógeno en cuestión será el tipo de desinfectante a utilizar, debido a que algunos virus y bacterias pueden ramificarse en cepas que desarrollen resistencia celular a ciertos químicos.
El tiempo de acción, es decir el tiempo que tarda un químico en poder destruir las membranas de los patógenos, dicho tiempo debe ser inferior al transcurso en el que se seca la solución que alberca el químico, ya que un químico que tiene un tiempo de acción más prolongado que el de secado no podrá brindar la efectividad deseada.
Seguridad, es importante tomar en cuenta el nivel de riesgo que puede tener el usuario al estar en contacto con el químico y sus componentes, así como su grado de corrosividad con ciertos materiales del entorno, además en la etiqueta del producto debe estar visible la señalética de seguridad, modo de empleo y el tipo de equipo de protección individual (EPI) que se debe de utilizar durante su uso.
Practicidad, es decir qué tan fácil es utilizarlos, entre mayor sea la practicidad del desinfectante, mejor será la manera en la que se ejecute la desinfección en las superficies alguno de los factores que miden la practicidad de un químico son: el olor, la estabilidad (nivel de concentración del producto), solubilidad, la facilidad de uso, las propiedades limpiadoras (para descartar si se requerirá de algún producto adicional).
Soporte, esto es toda la información técnica sobre el producto en cuestión, sobre si cuenta con algunos estudios que avalen su efectividad, en algunos casos la procedencia, la ficha técnica, así como otorgar algún número de contacto en el que se le puede proveer información más detallada sobre las dudas que tenga sobre el uso o características del compuesto químico.
Presentación, por último, la presentación es otro factor muy importante, ya que es lo primero que vemos en un producto, la información principal debe ser visible y clara (cantidad, nivel de concentración, tipo de desinfectante); así como también si se encuentra en spray, toallas desinfectantes, difusores, etc.
Aunado, se debe tener contemplado que un proceso de desinfección no es lo mismo que uno de limpieza, sino que mas bien éste es parte del proceso de limpieza en sí, y que, por supuesto no se debe realizar ninguna desinfección sin haber antes lavado la superficie, esto se debe a que la presencia de materia orgánica puede inhibir la acción de los químicos a la hora de desinfectar las superficies.
Así como se debe tener conocimiento sobre el tipo de químicos que se van a emplear para desinfectar, de igual manera el personal que realizará la desinfección debe tener conocimientos al menos generales de la labor a realizar o bien emplear personal capacitado para verificar que la superficie efectivamente ha sido desinfectada.
Algunos de los métodos para realizar una verificación del área son los siguientes:
Es la técnica básica para comprobar que una superficie se encuentra limpia, basta como mirarla detalladamente para analizar que no haya residuos de ningún tipo en la superficie en cuestión.
Cabe recalcar que es imprescindible contar con un criterio objetivo sobre lo que es limpio o no, ya que al ser algo que no requiere de ningún tipo de instrumentos no nos puede brindar la información microbiana a la que la simple vista no tienen alcance.
Como el nombre lo indica se hace uso de un gel fluorescente que se aplica en la superficie a la hora de realizar la limpieza, éste gel nos permitirá ver a simple vista en qué parte aún queda residuos del mismo por lo que sabremos si se ha limpiado dicha área.
Este método es aún más preciso, en este se utiliza la luminiscencia para detectar ATP, el cual es un compuesto que poseen todos los microrganismos, si mediante la luminiscencia se detecta partículas de ATP esto significa que aún hay en el área patógenos potencialmente dañinos para el ser humano por lo que se debe volver a desinfectar el área.
Se trata del método más efectivo para comprobar si un área se encuentra o no desinfectada, en esta se toman muestras de la superficie por personal capacitado y éstas son examinadas para detectar amenazas de patógenos. Aunque este método es costoso su comprobación es la mejor en comparación de las otras tres antes mencionadas.
Con esto ¿qué método utilizo para comprobar si se ha desinfectado correctamente una superficie? Esto ya depende del presupuesto que desees invertir y la certeza que obtendrás con el resultado final, de igual manera a la hora de escoger el desinfectante que deseas utilizar realiza un pequeño análisis sobre el tipo de superficie en la que se desempeñará el proceso, lee los componentes químicos del desinfectante y claro, no dudes en solicitar más información sobre los componentes exactos o bien la ficha técnica del producto en cuestión.